Plácido. San
       [932]

 
   
 

         
   Según la tradición benedictina, fue el discípulo preferido de S. Benito en Montecasino, modelo de piedad y de obediencia monacal y centro de frecuente iconografía religiosa.
   Era tan obediente que, según la leyenda, a indicaciones de S. Benito caminó sobre el agua del lago para salvar a su compañero Mauro que se había caído y se ahogaba.
   Entró en el monasterio con S. Benito, estando aún en Subiaco, por decisión de su padre el patricio Tértulo. Luego le acompañó en la fundación de Montecasino en el 529, en un terreno donado por Tértulo. San Benito le tenía aprecio singular por sus virtudes, siendo el modelo de monje benedictino.